lunes, 15 de marzo de 2010

Reflexiones en la Alcoba, parte 2

Y allí está... abrazada a su cuerpo, desnuda, respira suavemente, sulcemente sobre su pecho, su cabello suave, despeinado.... (parece como si hubiese sido ayer... ¡qué dulce que se ve!, esto es el amor de Kundera), entre las sábanas duermen pensamientos tranquilos, aunque acaben de llegar, aunque hayan corrido y estén aún mojados, porque la lluvia está ahí todavía, cayendo sobre la ciudad.

Despierta de su sueño, ha dormido un par de horas, minutos quizá...desde que cayó de bruces contra la cama y siente su suave respiración sobre el pecho, (la extraño.... eso es lo que pasa, pero ya se ha ido, se marchó y no esta acá. Estoy como al principio, buscando mi razón, ¿hay una razón?, no importa.... de todas maneras ella ya no está). La vida le recuerda a cada instante que no se encuentra con ella, que no está con ella, que desaparece y reaparece en sus sueños, atormentándolo, o quizá, sacándolo de ese vacío que contiene su existencia....

Sus manos hermosas que vuelven melodía los garabatos de las partituras, y sólo el sonido de la belleza: una profunda tranquilidad que le recuerda un medio día de Abril, porque ése es el mes que más le gusta. Siente la suave brisa que entra por la ventana y siente la calidez del sol que alumbra la habitación, el mismo sol que le despierta...(La música, las notas, allegrettos... todo me lo recuerda, es la música misma en mi alma, no puedo continuar así, debo reconciliarme con el pasado, debo buscarla....). Vuelve a Dormir y en el aire queda el pensamiento de pedir perdón al pasado...
(Continuará...)