lunes, 20 de agosto de 2012

Alicia en el país de los desamores

-Hoy sólo hay lágrimas que se esconden tras las hipócritas miradas, las infelices palabras y la mediocre felicidad con que te saludaré si me llegas a hablar, si me llamas, si alguien quiere acercarse a mi mundo. 

Sólo hay lágrimas junto con las huellas de mis pasos por ese camino que no puedo encontrar. Alicia, hoy no hay conejo blanco, fue sólo una quimera, un espejismo que te llevó hacia la malvada reina roja, que es el amor. Sólo te resta llorar, Alicia, estás atrapada dentro de tu cuerpo, dentro de tu mente y dentro de tu alma; eres tu propia cárcel, mi hermosa Alicia, sólo tú tienes la llave.

-Esperaré hasta que te encuentres, Alicia, esperaré, pero no te tardes, que hasta el verdadero amor se cansa de esperar.


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