sábado, 19 de enero de 2013

Te vas

Te vas
Te vas y yo me quedo
con un puñado de sentimientos
atorados en la tráquea,
formando un nudo gordiano
que tergiversa mis palabras.

Sigo tus pasos con la mirada
conservo el sabor de tus labios en el alma
y me entrego al sinsabor de la vida cotidiana:
gente paseando perros
preguntas vanas
y una lágrima que se esconde en el silencio,
que yace bajo las sábanas.

Mil dríades inmortales
que hieren con sus espinas,
que taponan y desgarran
lo que resta de mis días.
Un sueño eterno y roto
¡Oh!, sutil melancolía,
nostalgia inmunda
herejía de sentimientos
que, contradictorios, se terminan...
Unos pasos que se alejan
una eternidad vencida.

Te vas
Te vas y... sin remedio
me quedo en el comienzo
de un camino sin andar.

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