jueves, 10 de diciembre de 2009

Si estuvieras aquí

Si supieras que hoy me siento tan nostálgico,
tendrías un recuerdo alegre de los dos para dar,
una vida convertida en una simple oración
en la que viésemos la sonrisa de un atardecer,
o la belleza de tus ojos en el reflejo de la luna sobre el lago.

Si estuvieras aquí conmigo,
un abrazo tuyo calmaría mi alma encerrada en los recuerdos,
buenos y malos, pero, al fin y al cabo, recuerdos,
momentos que no volverán;
mostrarías, una vez más,
la belleza de la naturaleza a estos ojos,
hoy brillantes por la ilusión.

Si supieras que hoy me ilusiona el recuerdo,
sabrías que, aun cuando me ves tranquilo, y así lo estoy,
siento un extraño temor,
porque no es mi estado natural,
porque no tengo una razón para estarlo.

Pero... si estuvieras aquí,
sabrías que tengo muchas razones,
que dejar volar las cenizas te da la esperanza de verme sonreir,
de mirar a tus ojos con el brillo que ahora tienen,
con esa mirada soñadora que tanto te gusta,
que mirarme tranquilo te da la sensación de soñar un mundo en que todo es posible,
en que bailas un vals de eterna primavera,
de alegría perpetua,
de eterna hermosura...

Y me verías con esa expresión de confianza, de confiar en ti,
esa mirada cálida con que solíamos ver la sonrisa del atardecer y soñar,
volar a ese mundo en el que todo se puede,
y me verías con una sonrisa en tu hermosa cara
y me dirías que no tema, que la tranquilidad será el hábitat natural de mi alma
y yo te creería,
y me algegraría de la extraña paz,
porque siempre tienes razón,
porque tu mirada no conoce de temores
porque tu mirada revela mi pensamiento y conoces la verdad....

Si estuvieras aquí, veríamos, una vez más,
la sonrisa del atardecer.

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