domingo, 2 de mayo de 2010

Desesperación

Me encuentro en la misma esquina, queriendo morir; Creo que con eso se resume todo, la música ha hablado. La verdad es que me encuentro llorando por un problema que es mío, sólo mío y que sabía que en algún momento debía enfrentar: la Libertad.

Desde el momento en que decidimos iniciar sabíamos que podría pasar; ése era el miedo mutuo, el eterno enigma sobre el cual se fundaba la posibilidad de dar fin a nuestro minuto de eternidad...
La cobardía que me asalta siempre en las decisiones, en el control de mis emociones han desatado el caos en que se encuentra hoy mi mundo: sufro porque las amo, pero tengo que arriesgar demasiado, de un lado, terminar con todo e ir, una vez más, sin miedo al dolor, solitario, con un final quizá peor que el de la última vez... Por otro lado, quedarme en mi minuto de eternidad, negándome a enfrentar una realidad, sintiendo que le fallo por no ser capaz de enfrentar mis miedos; aunque, ya para este momento se aproxima un final digno de un personaje como Hamlet: tenemos que hablar, porque te siento extraño... Esto está marcando mi vida en este momento, el resto son banalidades, idioteces que no hacen nada por ni con mi vida.... El problema es que el Tiempo ha hablado y caerá sobre mi la sonrisa cínica de la Soledad, porque no creo que una vez terminada una relación, la otra vaya a empezar...

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