martes, 1 de marzo de 2011

La decepción del escritor

Libros y letras, letras y libros, palabras, escrituras extrañas, garabatos, curvas, líneas, frases, enunciados, oraciones sin sentido, o de sentido confuso, apartado de la realidad. Cuentos, novelas, fábulas e historias que pierden tu tiempo y el mío, que pierden la vida y la sumen en la peor de las realidades: el sueño, sueño de ti y de mi debajo de un árbol, besándonos, diciéndonos cosas tiernas, hermosas...

Carboncillo, tinta china, tinta ordinaria y pergamino, papel, periódicos en que dibujo y desdibujo mi realidad, mi yo y mi otro yo, el alter ego que aparece venciendo sus temores, confrontando sus decisiones, olvidando sus sentimientos, logrando sus metas. Frases de otros que mencionan tu vida y la mía, y la de otros miles y millones que leen a los inmortales, a los perdidos en las bibliotecas y a los que aparecen en las noticias. Opiniones y discursos que a nada llevan porque cada quien pretende imponer su criterio y no escucha, o escucha para sentirse bien, para satisfacer esa razón instrumental con que suelen moverse los individuos por los caminos de la vida, tan difíciles de andar.

Principios, nudos y desenlaces de reales historias que plasmas en papel para complacerla y recibir una bofetada, o, peor aún, la indiferencia de ser leído y no expresar nada, no generar nada más que verte pasar en la calle y que ni siquiera saludes.

1 comentario:

  1. Profundo y terriblemente cierto, así me siento... Perdí la cuenta, hace mucho tiempo.

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