-Señorita, ¿por qué no voltea?, no es por aquí por donde siempre bajo. Oiga, señorita, mire que por acá no es mi casa. ¡Escúcheme! le pago para que me lleve a mi casa, hágame caso. Oiga, este lado de mi casa no lo conozco, ¿por qué no había pasado por acá?
-Porque nunca lo había imaginado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario