El viento de las cuatro de la tarde se estrellaba contra su cara, haciendo que el largo cabello intentara molestar a sus ojos marrón. Después vino la muerte y pasó por su lado, sin tenerla en cuenta. ¿Por qué no me llevas contigo?, preguntó. Y la muerte le dijo: porque primero debes despedirte de la soledad y el desespero y albergar en tu alma la esperanza y la ilusión. Y la mujer cayó al río.
Estos cuentos cortos son lo mejor, como siempre, muy bueno.
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