Te recordé en una noche,
noche de verano, en que
saludaba yo a la luna,
a las estrellas alababa.
Te recordé en el viento,
frío como el invierno, más,
como cuenta no te diste,
a la luz de la luna caminé.
Te recordé en mi camino,
mientras aliviaba el frío
con el recuerdo de tus manos
y tus ojos negros, tan enamorados.
Y luego desperté y me vi
y en el hielo advertí
que fantasía eras toda,
recuerdos contigo jamás viví.
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